
El agrandamiento de la próstata afecta a muchos hombres de mediana edad y mayores. El agrandamiento benigno de la próstata, conocido en medicina como hiperplasia prostática benigna (HP B), está causado por un crecimiento no canceroso del tejido prostático. Suele producirse a partir de los 50 años; muchos hombres de más de 70 años muestran signos de HBP. Este agrandamiento benigno no es lo mismo que un cáncer de próstata, pero puede provocar síntomas molestos. En este artículo descubrirá por qué se agranda la próstata, cuáles son los síntomas típicos, cómo puede evolucionar la enfermedad, qué pruebas diagnósticas existen y qué tratamientos -tanto convencionales como alternativos- están probados científicamente. También explicamos las diferencias con el cáncer de próstata y analizamos la influencia de las hormonas. En la sección final, comentamos qué suplementos dietéticos pueden ayudar como complemento adecuado - basándonos en hechos, por supuesto.
Por cierto: todos los estudios y fuentes que hemos utilizado para este artículo se encuentran al final en la lista de fuentes. A continuación trataremos con más detalle los distintos aspectos del agrandamiento de la próstata.
¿Por qué se agranda la próstata? Causas y factores de riesgo
Aún no se conocen con exactitud las causas de la HBP. Sin embargo, los expertos sospechan que los cambios hormonales que se producen con la edad desempeñan un papel fundamental. El equilibrio de las hormonas sexuales cambia a lo largo de la vida: mientras que los niveles de testosterona en los hombres disminuyen con la edad, los estrógenos (que los hombres también tienen en pequeñas cantidades) permanecen relativamente constantes. Este desequilibrio -menos testosterona, relativamente más estrógenos- podría favorecer las señales de crecimiento en la próstata. Otra hormona importante es la dihidrotestosterona (DHT), un producto de degradación de la testosterona. Los hombres mayores suelen tener niveles elevados de DHT en el tejido prostático, lo que favorece el crecimiento de la próstata. Curiosamente, los hombres que no tienen testículos funcionales antes de la pubertad (por ejemplo, debido a una deficiencia congénita de andrógenos) no desarrollan agrandamiento de la próstata, lo que es un claro indicio de que las hormonas masculinas (andrógenos) son el requisito previo básico para la HBP.
Además del equilibrio hormonal, se han identificado varios factores de riesgo de agrandamiento de la próstata: En primer lugar, la edad: la HBP es poco frecuente antes de los 40 años, después de lo cual el riesgo aumenta significativamente con cada década de vida. La predisposición genética también desempeña un papel: Si un pariente cercano (padre o hermanos) padece HBP, aumenta la probabilidad de padecerla. La obesidad y el estilo de vida también influyen. Por ejemplo, la HBP es más frecuente en los hombres con sobrepeso y en los diabéticos, mientras que la actividad física regular parece tener un efecto protector: los hombres que hacen mucho ejercicio suelen tener menos síntomas de HBP. Ciertos hábitos dietéticos también podrían influir (más información en la sección Nutrición). En general, a mayor edad, mayor riesgo de que la próstata se vuelva benigna.
Agrandamiento de la próstata: síntomas y primeros signos
El agrandamiento benigno de la próstata se caracteriza principalmente por problemas para orinar. Como la próstata rodea la uretra, su crecimiento puede obstruir el flujo de orina. Los síntomas típicos del agrandamiento de la próstata son
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Necesidad frecuente de orinar - tiene que ir al baño con una frecuencia inusual, especialmente aumenta la micción nocturna(nicturia).
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Urgencia: ganas repentinas y fuertes de orinar, difíciles de reprimir.
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Dificultad para iniciar la micción: el chorro de orina tarda en iniciarse(inicio retardado).
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Chorro de orina débil - la fuerza del chorro de orina se reduce, el chorro puede parecer bloqueado o puede estancarse varias veces durante el curso.
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Goteo: la orina gotea al final de la micción.
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Sensación de vaciado incompleto de la vejiga - después de ir al baño, se tiene la sensación de que aún queda orina en la vejiga.
Estos síntomas se resumen bajo el término "síntomas del tracto urinario inferior" (STUI). No todos los hombres con HBP presentan todos los síntomas: la gravedad y la combinación pueden variar. A veces, los síntomas son tan leves que apenas molestan; en otros casos, pueden afectar gravemente a la calidad de vida.
En raras ocasiones, también aparecen síntomas más complicados, como sangre en la orina (debido a la rotura de pequeños vasos en caso de agrandamiento grave) o infecciones urinarias recurrentes. La retención urinaria aguda (incapacidad para vaciar la vejiga) también es posible, pero bastante rara en las primeras fases; se trata de una urgencia que requiere atención médica inmediata.
Es importante saberlo: El tamaño de la próstata por sí solo no siempre determina la gravedad de los síntomas. Algunos hombres con una próstata ligeramente agrandada pueden experimentar molestias considerables, mientras que otros con una próstata muy agrandada apenas experimentan síntomas. Por lo tanto, debe consultar a su médico aunque sólo tenga síntomas leves, en parte para descartar otras causas y en parte porque los problemas no tratados pueden aumentar el riesgo de retención urinaria repentina.
Evolución de la enfermedad y posibles complicaciones
El agrandamiento de la próstata suele evolucionar lentamente a lo largo de los años. Al principio, los síntomas suelen ser leves y muchas personas los ignoran. Con el tiempo, los síntomas tienden a empeorar gradualmente. Sin embargo, la progresión es individual: en algunos hombres, los síntomas se mantienen a un nivel constante durante años, y en una pequeña proporción, los síntomas pueden incluso mejorar algo de forma espontánea, por ejemplo debido a cambios en los músculos de la vejiga. No obstante, sin tratamiento, los problemas suelen aumentar.
El agrandamiento de la próstata no tratado a largo plazo puede provocar complicaciones. La formación constante de orina residual aumenta el riesgo de infecciones urinarias o la formación de cálculos en la vejiga. En casos graves, puede producirse la mencionada retención urinaria aguda, en la que la vejiga de repente no puede vaciarse del todo, a menudo asociada a un dolor intenso y a un sobreesfuerzo por presión de la vejiga. Además, la acumulación de orina en los riñones puede dañar la función renal a largo plazo. Por lo tanto, el daño renal y el daño crónico de la vejiga también son consecuencias potenciales si una próstata gravemente agrandada permanece sin tratar durante mucho tiempo. Afortunadamente, estas complicaciones suelen prevenirse con un tratamiento adecuado. Es importante que no dude en consultar a un urólogo si experimenta síntomas crecientes o muy molestos: hoy en día existen numerosas opciones de tratamiento, que explicamos a continuación.
Diagnóstico: ¿Cómo se diagnostica el agrandamiento de la próstata?
Si acude al médico con síntomas, primero le hará una historia clínica completa, es decir, le hará preguntas sobre sus síntomas (por ejemplo, cuánto tiempo hace que los tiene, cuál es su gravedad, cuánto le molestan). A menudo se utiliza un cuestionario normalizado, como el IPSS (International Prostate Symptom Score), para evaluar objetivamente la gravedad de los síntomas.
A continuación suele realizarse una exploración física:
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Tacto rectal (TDR): palpación de la próstata a través del recto - evaluación del tamaño, la forma y la consistencia.
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Análisis de orina: exclusión de infecciones o sangre en la orina.
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Prueba PSA: determinación del antígeno prostático específico en sangre para evaluar un posible riesgo tumoral
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Ecografía (TRUS o abdominal): Medición del tamaño de la próstata y evaluación de la orina residual
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Uroflujometría: prueba para medir el flujo de orina
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Cistoscopia (cistoscopia): Visualización de la vejiga y la uretra en caso de hallazgos poco claros
Durante la DRU, el médico busca las características típicas de la HBP (por ejemplo, elasticidad, lisura, aumento de tamaño) y comprueba si hay endurecimiento o bultos que puedan indicar cáncer de próstata.
Todos estos métodos juntos permiten al urólogo diagnosticar con fiabilidad la HBP y diferenciarla de otras causas de dolencias similares.
Terapia convencional: medicación y procedimientos quirúrgicos
El tratamiento recomendado para el agrandamiento de la próstata depende de la gravedad de los síntomas y del nivel de sufrimiento. En caso de síntomas muy leves, a menudo no es necesario un tratamiento activo. Es lo que se denomina "espera vigilante" (espera y controles periódicos). Durante esta fase, el urólogo le dará principalmente consejos sobre el estilo de vida, por ejemplo, beber menos por la noche, reducir el alcohol y la cafeína y vaciar siempre bien la vejiga. Mientras los síntomas sean tolerables y no haya riesgo de complicaciones, puede bastar con esperar. Sin embargo, las revisiones periódicas son importantes para poder intervenir a tiempo si algo empeora.
Si los síntomas se vuelven angustiosos o empeoran, se utilizan diversos medicamentos. He aquí las opciones más comunes:
Bloqueantes alfa-1: Estos fármacos (por ejemplo, tamsulosina, alfuzosina, doxazosina) relajan los músculos lisos de la próstata y del cuello de la vejiga. Esto reduce la resistencia a la micción y facilita el flujo de orina. Los alfabloqueantes actúan con relativa rapidez y mejoran sobre todo los síntomas (chorro más fuerte, menos orina residual, ganas de orinar menos frecuentes). Sin embargo, no reducen el tamaño de la próstata. Los posibles efectos secundarios son tensión arterial baja (mareos) y trastornos de la eyaculación.
Inhibidores de la 5-alfa-reductasa: Estos principios activos (finasterida, dutasterida) interfieren en el metabolismo hormonal. Bloquean la enzima 5-alfa-reductasa, que convierte la testosterona en DHT, más eficaz. Esto reduce el nivel de DHT en la próstata y frena el crecimiento celular excesivo.
Inhibidores de la PDE-5: Sorprendentemente, algunos fármacos para la disfunción eréctil (inhibidores de la fosfodiesterasa-5, como el tadalafilo) también se utilizan en dosis bajas para el tratamiento de la HBP.
Tratamiento combinado: a menudo se administran conjuntamente alfabloqueantes e inhibidores de la 5-alfa-reductasa, lo que puede aliviar rápidamente los síntomas y reducir el tamaño de la próstata a largo plazo.
Si los síntomas siguen siendo graves a pesar del tratamiento farmacológico o se producen complicaciones (por ejemplo, retención urinaria repetida, daño renal), debe considerarse el tratamiento quirúrgico.
RTUP (resección transuretral de próstata): Consiste en la extirpación del tejido prostático que constriñe la uretra mediante un asa eléctrica bajo visión endoscópica.
En los últimos años, se han desarrollado varias opciones de tratamiento mínimamente invasivas que pueden considerarse alternativas a la RTUP.
Métodos terapéuticos alternativos y opciones naturistas
A muchos hombres les gustaría poder aliviar los síntomas del agrandamiento de la próstata de forma natural, por ejemplo mediante remedios a base de plantas o cambios en el estilo de vida. De hecho, se han investigado varias terapias alternativas. Es importante recalcarlo: Ninguno de estos enfoques puede "eliminar por arte de magia" una próstata muy grande; especialmente en casos de HBP avanzada con complicaciones, apenas hay forma de eludir la medicina convencional. Sin embargo, algunos remedios y medidas pueden aliviar los síntomas leves o moderados. Veamos los más conocidos:
Extracto de palma enana americana (Serenoa repens): Se obtiene de las bayas de la planta saw palmetto. Se dice que el extracto de serenoa inhibe la 5-alfa-reductasa y tiene un efecto antiinflamatorio, similar al de la finasterida, pero más suave. Estudios anteriores e informes de campo indicaban que el saw palmetto puede reducir síntomas como las ganas de orinar por la noche. Algunos estudios mostraron incluso una eficacia comparable a la de fármacos como la tamsulosina o la finasterida. Al mismo tiempo, los efectos secundarios eran menores, lo que lo hace atractivo. Sin embargo, hay que dejar claro que la situación de los estudios fiables es contradictoria. Los mejores estudios controlados con placebo desde el punto de vista metodológico no hallaron ninguna mejoría significativa con la palma enana americana en comparación con el placebo.
No obstante, algunos hombres informan de una mejoría subjetiva, y las investigaciones más recientes intentan averiguar si ciertos extractos especiales son más eficaces. Por ejemplo, un estudio reciente en el que se utilizó un aceite de serenoa rico en beta-sitosterol en dosis más altas mostró una mejora significativa de los síntomas y del flujo de orina en comparación con el placebo. En resumen, puede valer la pena probar la serenoa para los síntomas leves, pero no espere milagros.
Semillas de calabaza y extracto de semillas de calabaza (Cucurbita pepo): Las semillas de calabaza son ricas en zinc y antioxidantes y también se dice que tienen un efecto descongestionante sobre la próstata. Muchos hombres beben aceite de semillas de calabaza o toman cápsulas con la esperanza de aliviarse. Las pruebas científicas al respecto son escasas: algunos estudios pequeños mostraron efectos positivos sobre el flujo urinario y la calidad de vida, otros no. Un estudio no encontró diferencias significativas entre el tratamiento con extracto de semillas de calabaza y un placebo. No obstante, las semillas de calabaza se recomiendan a menudo como complemento, ya que son saludables y al menos no hacen daño. Es posible que se produzcan ligeras mejoras, también debido al efecto placebo, que sin duda puede tener un efecto real.
Raíz de ortiga (Urtica dioica): Los extractos de la raíz de la ortiga se utilizan a menudo en Europa en combinación con la palma enana americana. La raíz de ortiga tiene propiedades diuréticas y también se dice que inhibe la conversión local de la testosterona. En algunos estudios, la combinación de saw palmetto + ortiga produjo una mejora de los síntomas similar a la de la medicación estándar, presumiblemente porque los modos de acción se complementan. Por otra parte, también en este caso faltan pruebas claras en estudios de alta calidad. Por lo tanto, la raíz de ortiga puede considerarse una medida de apoyo, pero no sustituye a un tratamiento farmacológico eficaz si éste es necesario.
Corteza de ciruelo africano (Pygeum africanum): Este extracto de planta se utiliza tradicionalmente para las afecciones de próstata, sobre todo en Francia y África. Un metaanálisis de varios estudios demostró que los extractos de Pygeum podían mejorar moderada pero significativamente los síntomas urológicos y el flujo urinario máximo. La tolerabilidad era buena. El Pygeum es menos conocido en Alemania, pero figura en algunos preparados combinados.
Extracto de polen de centeno (Cernilton): Extracto obtenido a partir del polen de flores de gramíneas (principalmente centeno), que ha mostrado cierta mejoría de los síntomas de la HBP en estudios realizados. Los mecanismos exactos de acción no están claros: puede relajar la uretra y tener un efecto antiinflamatorio. El cernilton se utiliza en algunos países como hierba medicinal para la HBP. Los datos son menos amplios, pero tienden a ser positivos. Para los hombres que desean un tratamiento "suave", podría merecer la pena probarlo.
Beta-sitosterol: Muchas de las plantas mencionadas anteriormente contienen beta-sitosterol, un esterol vegetal. También se ha estudiado el beta-sitosterol aislado como suplemento dietético. Varios estudios de alta calidad demuestran que los suplementos de beta-sitosterol pueden efectivamente mejorar las puntuaciones de los síntomas (IPSS) y aumentar el flujo urinario en comparación con el placebo. Algunas de las mejoras fueron impresionantes: por ejemplo, una media de 5 puntos menos en la puntuación de los síntomas y +3 ml/s en el flujo urinario máximo en un estudio aleatorizado. Por tanto, el beta-sitosterol podría ser un componente eficaz de la fitoterapia. Sin embargo, como todos estos remedios, sólo trata los síntomas y no la causa: si se interrumpe, los síntomas pueden reaparecer. No obstante, se necesitan más estudios para confirmar su alcance y eficacia al 100%.
Dieta y estilo de vida: Además de los extractos de hierbas, merece la pena echar un vistazo a la dieta. Existen pruebas de que ciertos hábitos dietéticos influyen en el riesgo de padecer HBP. Los estudios han demostrado que comer mucha fruta y verdura tiende a tener un efecto protector, mientras que una dieta muy rica en grasas y carne podría aumentar el riesgo. Por ejemplo, un estudio realizado en Grecia descubrió que los hombres que comían fruta fresca con regularidad tenían menos probabilidades de padecer HBP, mientras que un consumo elevado de mantequilla y margarina podría aumentar el riesgo de HBP. Es probable que los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de los alimentos vegetales desempeñen un papel en este sentido. En general, una dieta sana con muchas verduras, fruta, productos integrales, grasas vegetales (por ejemplo, aceite de oliva, frutos secos) y poca carne roja probablemente también sea buena para la próstata. También es importante mantener un peso corporal normal: la obesidad y el síndrome metabólico pueden favorecer el agrandamiento de la próstata. Por lo tanto, perder peso y hacer ejercicio también pueden tener un efecto positivo indirecto en la salud de la próstata.
En resumen: las terapias alternativas pueden ser útiles para el agrandamiento de la próstata, sobre todo en las fases iniciales o como complemento de otros tratamientos. Los preparados a base de plantas, como la palma enana americana, las semillas de calabaza o la raíz de ortiga, son bien tolerados por muchos hombres. Sin embargo, las pruebas científicas de su eficacia no son tan claras como en el caso de los medicamentos convencionales. No espere curas milagrosas: si los síntomas son graves, no dude en recurrir a las terapias convencionales. Lo mejor es que hables con tu urólogo si quieres probar remedios a base de plantas, sobre todo en combinación con otros medicamentos. Y no lo olvide: un estilo de vida sano con una dieta equilibrada, control del peso y ejercicio es siempre un buen apoyo para la próstata y la salud en general.
Situación actual de los estudios y la investigación
La investigación sobre la hiperplasia prostática no se detiene. Los científicos intentan constantemente comprender mejor por qué crece la próstata y cómo se puede influir en estos procesos. Un área apasionante de la investigación actual es el papel de la inflamación en la próstata. Se ha descubierto que en muchas próstatas agrandadas hay signos de inflamación crónica. Cada vez hay más pruebas de que esta inflamación crónica de la próstata favorece el desarrollo y la progresión de la HBP. Las células inflamatorias liberan factores de crecimiento y citocinas que podrían estimular la división de las células prostáticas. Actualmente se investiga si las terapias antiinflamatorias (como ciertos medicamentos o una dieta con efecto antiinflamatorio) pueden mejorar los síntomas de la HBP o frenar su crecimiento. Un ejemplo son los ácidos grasos omega-3 o ciertos inhibidores de la interleucina-8/17, que se están investigando en estudios.
Otro foco de investigación es la conexión entre la HBP y el síndrome metabólico (es decir, obesidad, hipertensión arterial, trastornos lipometabólicos, diabetes). Los estudios epidemiológicos han demostrado una clara correlación: Los hombres con síndrome metabólico tienen más probabilidades de desarrollar una HBP completa. Por el contrario, una mejora del estilo de vida parece tener efectos positivos. Hay estudios muy interesantes en los que se observó que los hombres con sobrepeso severo después de la cirugía bariátrica (bypass gástrico para la reducción de peso) - sus síntomas de HBP mejoraron, en algunos casos significativamente, con la pérdida de peso. Aún se están investigando los mecanismos exactos, pero probablemente influyan la reducción de los factores inflamatorios y la alteración de los niveles hormonales (por ejemplo, menos insulina y leptina). Estos resultados subrayan la importancia de un estilo de vida sano para la próstata.
Desde el punto de vista terapéutico, se están probando nuevos fármacos y procedimientos. Una clase de sustancias que se están probando actualmente, por ejemplo, son los agonistas beta-3-adrenoceptores selectivos (como el mirabegrón) en combinación con fármacos convencionales contra la HBP para tratar la hiperactividad vesical y la obstrucción de la salida de la vejiga al mismo tiempo. Las células madre como terapia para regenerar el tejido dañado de la vejiga son también un planteamiento innovador en las primeras fases de investigación. Además, continúa el desarrollo de técnicas mínimamente invasivas: en la actualidad se están realizando estudios para observar los resultados a largo plazo de procedimientos como Urolift y Rezum durante 5-10 años para ver si el tratamiento único dura o si son necesarios tratamientos de seguimiento.
También es interesante la investigación sobre biomarcadores: ¿existen patrones moleculares en la sangre o la orina que puedan predecir en quién progresará rápidamente la HBP? Estos marcadores podrían ayudar a adaptar el tratamiento con mayor precisión: las personas con un alto riesgo de progresión podrían recibir un tratamiento más intensivo en una fase temprana, mientras que otras sólo necesitarían observación. Los candidatos iniciales para tales marcadores son ciertas proteínas inflamatorias, parámetros hormonales o polimorfismos genéticos, pero ninguno ha alcanzado aún un uso rutinario.
En resumen: La situación actual de los estudios confirma muchas recomendaciones conocidas (por ejemplo, sobre el estilo de vida y las terapias de eficacia probada) y aporta nuevos hallazgos, en particular sobre los procesos inflamatorios y las influencias sistémicas en la próstata. En los próximos años se verá si a partir de ello pueden desarrollarse estrategias de tratamiento completamente nuevas, por ejemplo, una terapia "antiinflamatoria" de la próstata que complemente los enfoques existentes. Como paciente, se beneficiará del hecho de que las terapias existentes se perfeccionan continuamente y se añaden nuevas opciones que podrían ser aún más suaves y eficaces.
Suplementos dietéticos y salud de la próstata
Por último, echemos un vistazo a los suplementos dietéticos. Muchos micronutrientes son importantes para el funcionamiento normal de la próstata y el metabolismo hormonal masculino. Aunque las vitaminas y los oligoelementos no pueden curar el agrandamiento de la próstata, un buen aporte de los mismos favorece las funciones corporales generales que afectan indirectamente a la próstata.
He aquí algunos principios activos que puede tomar como suplementos naturales para promover activamente su salud:
- El zinc contribuye a niveles normales de testosterona en la sangre. Un buen estado de zinc es importante para que su cuerpo pueda producir suficientes hormonas masculinas. La testosterona, a su vez, es fundamental para muchas funciones, pero lo siguiente también es aplicable: un exceso de DHT en la próstata favorece la HBP, por lo que el nivel debe estar dentro de los límites normales. Muchos preparados para la próstata contienen zinc (por ejemplo, también abunda en las semillas de calabaza).
- La vitamina B6 contribuye a regular la actividad hormonal. Esta vitamina ayuda al organismo a mantener el equilibrio hormonal. En el caso de los hombres de mediana edad, esto puede significar que la B6 interviene, por ejemplo, en la descomposición del exceso de estrógenos y, por tanto, favorece la interacción de las hormonas sexuales.
- El selenio contribuye a la espermatogénesis normal. El selenio es un oligoelemento necesario para la producción de esperma sano. Indirectamente, también es un antioxidante que protege las células -incluidas las de la próstata- del estrés oxidativo. Un aporte adecuado de selenio forma parte de la salud masculina.
- La vitamina D tiene una función en la división celular. Esta vitamina afecta a muchos tejidos del organismo. En la próstata, unos niveles normales de vitamina D pueden contribuir a la división controlada de las células. Por otra parte, en algunos estudios se ha relacionado su carencia con alteraciones de la próstata (aunque todavía no se ha demostrado una relación directa con la HBP).
Esta información ha sido verificada oficialmente y puede utilizarse. Como puede ver, los complementos alimenticios pueden tener un efecto de apoyo al garantizar unas funciones corporales normales. Es importante ser realista: no son medicamentos. Un suplemento de zinc o selenio no invertirá la hiperplasia de próstata, pero puede ayudar a optimizar la nutrición del organismo. Los suplementos específicos pueden ser útiles para prevenir carencias, sobre todo si su dieta no siempre le proporciona cantidades suficientes de todo lo que necesita.
En última instancia, lo mejor es comentar la ingesta de complementos con su médico, sobre todo si ya está tomando medicación, para que no haya interacciones. Con las expectativas adecuadas, los complementos alimenticios pueden ser un pilar fundamental para ti
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Descargo de responsabilidad
Este artículo pretende proporcionar información general y no sustituye al asesoramiento médico. Si tiene preguntas o quejas individuales sobre la próstata, consulte a un urólogo o a un médico de su confianza.
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Lista de fuentes: Hiperplasia benigna de próstata (HBP)
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"Fitoterapia en urología - estudio de caso HBP/LUTS" - resumen de estudio de preparados herbales como la palma enana americana y la ortiga
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