Introducción: ¿Por qué Bryan Johnson?
¿Conoce la sensación de estar completamente agotado después de una dura semana de trabajo y preguntarse si hay alguna manera de engañar al envejecimiento? Muchos comparten esta necesidad de tener más energía y una vida más larga y saludable, y ahí es donde entra Bryan Johnson. Bryan Johnson, un millonario empresario tecnológico estadounidense, se ha propuesto ralentizar radicalmente el proceso de envejecimiento. Su lema lo dice todo: "No te mueras". (traducción aproximada: "¡No te mueras!"). A sus 40 años, aspira a alcanzar el estado biológico de una persona de 18, e invierte millones cada año en un programa de salud rigurosamente respaldado por la ciencia.
Pero, ¿cómo consigue alguien que su cuerpo parezca más joven? El proyecto de Johnson llamado "Blueprint" está causando furor en todo el mundo: Una rutina diaria meticulosamente programada, más de 100 suplementos nutricionales al día, aparatos de medición de alta tecnología y pruebas médicas periódicas, todo ello diseñado para ayudarle a optimizar todos los aspectos de su cuerpo. Este artículo arroja luz sobre quién es Bryan Johnson, qué hay detrás de su programa de biohacking y, lo que es más importante, qué lecciones puedes aprender de su programa extremo para tu propio bienestar.
De multimillonario tecnológico a biohacker: ¿quién es Bryan Johnson?
Bryan Johnson se dio a conocer como empresario: Fundó la empresa de pagos Braintree, la vendió en 2013 por 800 millones de dólares y gracias a ello se independizó económicamente. Después invirtió en tecnologías de futuro y fundó la empresa de neurotecnología Kernel (para la investigación de interfaces cerebro-ordenador), entre otras cosas. En lugar de jubilarse -al contrario: los años de trabajo intensivo también le habían pasado factura (tenía sobrepeso severo y luchaba contra la depresión)-, comenzó una nueva vida como visionario en el campo de la longevidad, es decir, la investigación de una vida más larga y saludable. En 2021, inició su experimento personal de antienvejecimiento y optimización de la salud con su proyecto "Blueprint", en el que utiliza un enfoque científico basado en datos para ralentizar su envejecimiento biológico.
La motivación principal de Johnson es tan simple como revolucionaria: no ve la edad como un destino inevitable, sino como un problema que puede resolverse con datos y disciplina. Según sus propias declaraciones, su programa ya le ha permitido reducir varios años su edad biológica. Por ejemplo, se dice que ahora tiene la densidad ósea de una persona de 30 años y un sistema cardiovascular como el de una de 37【1】. Por supuesto, estas afirmaciones deben considerarse críticamente, pero demuestran la ambición con la que Johnson aborda el proyecto. Veamos ahora más de cerca los componentes de su plan diario.
Los componentes del plan de Johnson: ¿qué hace cada día?
1. dieta estricta y ayuno intermitente
La base del programa de Bryan es una dieta estrictamente controlada. Consume unas 1.977 calorías al día, puramente vegetales, divididas en comidas medidas con precisión. Evita el azúcar, los alimentos procesados y el alcohol. En su lugar, el menú incluye verduras, bayas, frutos secos y alimentos vegetales ricos en proteínas. Llama la atención la ventana de alimentación: Johnson suele comer sólo unas pocas horas al día y ayuna el resto del tiempo, una práctica que corresponde al principio del ayuno intermitente. Estas pausas entre comidas tienen por objeto mantener su cuerpo metabólicamente flexible y no constantemente ocupado con la digestión.
¿Cómo es en realidad la dieta de Johnson? Suele tomar por la mañana un batido especial llamado "Gigante Verde", que consiste en agua, creatina, aminoácidos, canela y sustancias vegetales concentradas como la chlorella y la espermidina, una especie de cóctel líquido de nutrientes en lugar de café. Su primera comida de verdad a última hora de la mañana la llama "Super Veggie": una papilla o sopa a base de brócoli, coliflor, lentejas, champiñones, ajo y jengibre cocidos, refinados con especias y aceite de oliva. Este plato aporta fibra, proteínas y fitoquímicos en abundancia, y con relativamente pocas calorías. A primera hora de la tarde, se deleita con un "pudding de nueces", una especie de postre a base de mantequilla de macadamia y nueces, semillas de chía, cacao en polvo, semillas de lino y bayas【15】. Después, es hora de dejar de comer: Aproximadamente de 13:00 a 13:00, no consume más calorías, lo que resulta en un largo período de ayuno cada día hasta la mañana siguiente.
La ciencia respalda muchos aspectos de esta dieta. Estudios en diversos organismos demuestran que una reducción moderada de calorías puede alargar la vida【3】. En un estudio reciente en humanos -el primero de este tipo- una reducción calórica del 25% durante dos años en adultos sanos condujo a un aumento más lento de ciertos marcadores epigenéticos de la edad【2】. Dicho de otro modo: Menos calorías hicieron que los sujetos "envejecieran un poco más despacio", según las mediciones de los relojes de metilación del ADN. Aunque el efecto fue moderado, fue un primer indicio de que la restricción calórica también puede influir en la tasa de envejecimiento en los seres humanos. (Por supuesto, esto se hizo bajo supervisión médica; las dietas extremas por cuenta propia no son aconsejables). Los resultados de los estudios con animales son aún más impresionantes: en experimentos con ratones, el ayuno en días alternos aumentó la esperanza de vida máxima hasta en un 80%. Estos resultados en humanos son todavía especulativos debido a la falta de datos a largo plazo, pero explican por qué Johnson está a favor del ayuno intermitente.
¿Qué significa esto para usted? No hace falta que reduzcas tu dieta a 2.000 kcal estrictamente vegetales para obtener beneficios. Pero puede merecer la pena probar una alimentación consciente en el contexto del ayuno intermitente. Por ejemplo, muchas personas descubren que un ritmo 16/8 (16 horas de ayuno, 8 horas de comida) les da más energía y menos hinchazón en el día a día. Es importante seguir prestando atención a la densidad de nutrientes, es decir, elegir muchas verduras, proteínas y grasas saludables. Y no se preocupe: el ayuno intermitente no significa matarse de hambre. En el ejemplo anterior, por ejemplo, sólo comes entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde; eso es factible. No obstante, escucha a tu cuerpo y ve poco a poco. Si no estás seguro (por ejemplo, si tienes una enfermedad preexistente), consulta antes a un médico.
2. entrenamiento diario y rutina física
Johnson tampoco deja nada al azar cuando se trata de hacer ejercicio. Todos los días, a las 5 de la mañana, empieza con un entrenamiento de una hora -a menudo de fuerza o de intervalos de alta intensidad- seguido de actividades más ligeras, como un paseo por la tarde. En total, hace entre una hora y media y dos horas de ejercicio al día. Puede parecer mucho, pero los estudios demuestran que merece la pena: La actividad física es uno de los factores que más influyen en un envejecimiento saludable. Grandes estudios de población demuestran que las personas que hacen ejercicio con regularidad viven significativamente más, incluso si son activas mucho más allá de las recomendaciones oficiales【4】. Prácticamente no existe un límite superior a partir del cual el deporte sea perjudicial, siempre que se evite la sobrecarga. Por ejemplo, un metaanálisis sistemático descubrió que incluso las personas que hacían muchas veces la cantidad de ejercicio recomendada seguían teniendo una tasa de mortalidad más baja y ninguna evidencia de desventajas【4】.
Para Bryan Johnson, el deporte tiene varias funciones: Por un lado, quiere mantener los músculos y los huesos jóvenes, porque a partir de los 30, la masa muscular disminuye cada año sin ejercicio, lo que favorece la fragilidad en la vejez. Por otro lado, utiliza el ejercicio como "medicina natural" para el corazón y el metabolismo. Se ha demostrado que incluso las actividades de resistencia moderada (caminar, montar en bicicleta, etc.) reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, caminar entre 8.000 y 10.000 pasos al día reduce el riesgo de muerte en torno a un 40-50%【5】. Aunque Johnson supera claramente esta cifra, lo siguiente también se aplica a los mortales normales: cada paso extra y cada sesión de entrenamiento cuentan. La continuidad es importante: lo ideal es una mezcla de entrenamiento de resistencia y fuerza varias veces por semana.
Su ejemplo también demuestra que hay que integrar el ejercicio en la rutina diaria. Hacer ejercicio por la mañana marca el tono del día y se ha demostrado que mejora el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo. Las personas activas a primera hora del día suelen dormir mejor por la noche. Bryan también se asegura de incorporar mucho movimiento diario (evita estar sentado mucho tiempo y aprovecha cualquier oportunidad para ponerse de pie o caminar). Para ti, esto podría significar establecer pequeños hábitos: por ejemplo, un paseo al aire libre por la mañana, una breve pausa para estirar los músculos a la hora de comer y tal vez algunos ejercicios de fuerza por la noche. Súmalo todo y, como Johnson, conseguirás un alto nivel de actividad general sin que parezca "deporte de competición".
3. hacer del sueño una prioridad
Sin dormir lo suficiente, ni la dieta ni el ejercicio tendrán un beneficio óptimo - Bryan Johnson también lo sabe. Todas las noches se acuesta a la misma hora (normalmente sobre las 20.30) y se levanta a las 5 de la mañana: un ritmo casi monacal de unas 8,5 horas de sueño. Asegura una higiene del sueño perfecta: sin luz de pantalla antes de acostarse, un dormitorio oscuro y fresco, tapones para los oídos y un antifaz si es necesario. ¿Por qué tanto esfuerzo? Porque el sueño es la fuente de la juventud de nuestras células. Durante el sueño profundo, el cuerpo repara daños, elimina productos de desecho del cerebro y regula hormonas como la del crecimiento y el cortisol. Los estudios demuestran que las personas que constantemente duermen muy poco (menos de 6 horas) tienen un mayor riesgo de enfermedades del corazón, obesidad e incluso una mayor tasa de mortalidad【16】. Curiosamente, el riesgo de muerte también aumenta con el sueño crónicamente excesivo (>9-10 horas) - presumiblemente porque los problemas de salud no reconocidos a menudo están presentes aquí. Las personas que duermen entre 7 y 8 horas por noche tienen más posibilidades de sobrevivir.
Johnson trata el sueño como una cita fija consigo mismo: inviolablemente importante. Cualquiera puede adoptar esta actitud: Haga de su sueño una prioridad. En concreto: acostarse a una hora fija, un ritual nocturno calmante (leer, meditar, darse una ducha caliente) y evitar la cafeína por la tarde pueden hacer maravillas. Otro consejo es prohibir los dispositivos electrónicos en el dormitorio o, al menos, activar el modo nocturno, que filtra la luz azul. Si te cuesta conciliar el sueño, puedes encontrar consejos de eficacia probada en nuestra guía de optimización del sueño. El ejemplo de Bryan Johnson lo deja claro: dormir no es un lujo, sino la base del rendimiento diurno y la salud a largo plazo.
4 Medicina de alta tecnología y datos
Una parte especialmente fascinante de la rutina de Johnson es el uso de la medicina más avanzada. Todos los meses se somete a docenas de pruebas (hemogramas, resonancias magnéticas, ecografías, colonoscopias) para descubrir a tiempo problemas ocultos. Se le ha analizado la secuencia completa de su genoma para identificar riesgos genéticos. También lleva sensores: un medidor continuo de glucosa muestra su nivel de azúcar en sangre en tiempo real, un anillo registra su sueño y equipos de laboratorio en casa miden todo, desde la variabilidad de la frecuencia cardiaca hasta la capacidad pulmonar. Su equipo médico analiza esta avalancha de datos para adaptar constantemente el plan. En esencia, Bryan Johnson vive como "su propio conejillo de indias" en la vanguardia de la investigación.
Además de los diagnósticos, Johnson también recurre a terapias técnicas: Por ejemplo, irradia su piel durante unos minutos todos los días con una lámpara especial de luz azul, que según algunos estudios se supone que favorece la formación de colágeno y la regeneración de la piel, aunque esto aún no se ha demostrado científicamente de forma suficiente (la relación entre la fototerapia y el rejuvenecimiento de la piel no ha sido confirmada por la EFSA; se necesitan más estudios). Está experimentando con esterillas de estimulación eléctrica, estímulos de temperatura (sauna, duchas alternas, baños fríos) y biohacks similares para exponer repetidamente su cuerpo a leves estímulos de estrés positivo. Tales medidas pretenden estimular los procesos de reparación celular, una idea que parte de la teoría de la hormesis (según el lema: lo que no nos mata nos hace más fuertes). Hasta ahora, faltan pruebas fiables a largo plazo de mucho de esto en humanos, pero Johnson está dispuesto a actuar como sujeto de pruebas. Ni siquiera rehúye las mediciones íntimas: recoge regularmente muestras de heces para que se analice la composición de su flora intestinal y duerme con un sensor especial que registra sus erecciones nocturnas【13】, otro marcador de salud que permite sacar conclusiones sobre la función vascular y hormonal. También fue noticia que Johnson se hiciera sustituir parte de su propia sangre por la de su hijo de 17 años, un controvertido experimento de "sangre joven", cuyos beneficios no se han demostrado【14】.
5. complementos alimenticios de calidad farmacéutica
Uno de los aspectos más discutidos del Blueprint de Johnson es su cóctel diario de pastillas. Toma unas 100 pastillas y polvos a lo largo del día: desde vitaminas comunes hasta exóticas sustancias antienvejecimiento. Entre ellas, vitamina D3 y K2 (para los huesos y el sistema inmunitario), zinc, ácidos grasos omega-3, microdosis de litio y extractos de plantas de eficacia probada como la curcumina (de la cúrcuma), el extracto de té verde (EGCG), la ashwagandha y el shilajit (mumijo). A muchas de estas sustancias se les atribuye un efecto antiinflamatorio o ayudan a las células en sus procesos de reparación. De hecho, se sabe que la inflamación crónica en el cuerpo -también conocida como inflammaging- es un motor del envejecimiento【12】. Por lo tanto, los suplementos antioxidantes y antiinflamatorios podrían teóricamente ayudar a reducir esta inflamación "silenciosa" en la vejez(los vínculos entre la ingesta de tales suplementos y una reducción de los procesos de envejecimiento aún no han sido confirmados por la EFSA; se necesitan más estudios).
Algunos de sus suplementos proceden directamente de la investigación sobre longevidad. Por ejemplo, toma a diario mononucleótido de nicotinamida (NMN), una molécula que el organismo convierte en NAD+, un cofactor importante para la energía celular y la reparación del ADN. En un estudio clínico inicial con mujeres con sobrepeso, NMN realmente mejoró la sensibilidad a la insulina de los músculos【6】. En un modelo animal, una sustancia relacionada prolongó ligeramente la vida útil de ratones al impulsar el metabolismo celular(aún no confirmado por la EFSA; se requieren más estudios). Otra molécula destacada es el resveratrol, una sustancia vegetal procedente de las uvas de vino tinto. El resveratrol mostró un efecto asombroso en experimentos con ratones sobrealimentados: a pesar de una dieta rica en grasas, los ratones alimentados con resveratrol vivieron significativamente más tiempo y se mantuvieron más sanos que el grupo de comparación【7】. Los investigadores descubrieron que, en el experimento con ratones, el resveratrol desencadenaba actividades genéticas similares a las de una reducción calórica: por tanto, parecía ralentizar ciertos procesos de envejecimiento. Para los humanos, la situación aquí no está clara; habría que beber enormes cantidades de vino tinto para obtener las dosis, lo que, por supuesto, no tiene sentido. Pero Johnson toma resveratrol concentrado en cápsulas(aún no confirmado por la EFSA; se necesitan más estudios).
Bryan Johnson también confía en suplementos de eficacia probada: toma coenzima Q10 a diario, por ejemplo, para reforzar las mitocondrias (las centrales energéticas de las células). Curiosamente, existen incluso datos clínicos al respecto: En un estudio con personas mayores, la combinación de coenzima Q10 con selenio durante 5 años condujo a una tasa de mortalidad cardiovascular significativamente menor en comparación con el placebo【8】. El rendimiento cardíaco de los participantes mejoró de forma apreciable, lo que demuestra que la administración de suplementos específicos puede tener un efecto de prolongación de la vida en las personas mayores.(Los vínculos entre la coenzima Q10 y una vida más larga aún no han sido confirmados por la EFSA; se necesitan más estudios). Por supuesto, se trataba de un contexto muy específico (suecos de edad avanzada con una deficiencia inicial de Q10), pero pone de relieve que los micronutrientes pueden desempeñar un papel importante cuando hay lagunas en el suministro. La vitamina D es otro ejemplo: Johnson la toma a diario, lo cual tiene sentido, ya que muchas personas de nuestras latitudes tienen carencias y se ha demostrado que la vitamina D contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario (declaración de propiedades saludables de la EFSA).
En general, Johnson adopta un enfoque basado en datos con sus píldoras: comprueba regularmente si sus valores sanguíneos están en el rango óptimo y ajusta la "pila" en consecuencia. Usted puede hacer lo mismo a menor escala. Un recuento sanguíneo completo puede mostrar si le falta hierro, vitamina D o B12, por ejemplo. No se trata de tomar de todo indiscriminadamente, sino de tomar sustancias vitales de buena calidad que sean necesarias o potencialmente útiles. XTRAFUEL, por ejemplo, ofrece suplementos individualizados con calidad de farmacia: desde preparados de vitamina D3+K2 hasta complejas mezclas de hierbas. Esto le permite proporcionar a su cuerpo una ayuda específica tras recibir el asesoramiento de expertos. Importante: Los complementos alimenticios nunca sustituyen a una dieta sana, sino que la complementan.
Plan diario: Un día en la vida de Bryan Johnson
- 5.00 a.m.: Levantarse en una habitación a oscuras (higiene del sueño óptima). Bryan empieza el día con mediciones (peso corporal, temperatura, saturación de oxígeno) y se pone una gorra especial que proyecta luz roja sobre el cuero cabelludo para estimular las raíces del pelo y las células de la piel.
- 5.30 a.m.: Entrenamiento matutino intensivo (normalmente de fuerza o por intervalos) de unos 60 minutos. Lleva un pulsómetro y presta especial atención a las zonas de frecuencia cardiaca y los ejercicios especificados. Este entrenamiento pone en marcha su circulación y garantiza que empiece el día metabólicamente activo.
- 6.30 h: Después del entrenamiento: ducha fría o ducha alterna para regenerarse, seguida de ejercicios respiratorios (respiración abdominal profunda) y una breve meditación para relajarse. También es el momento de tomar la primera gran dosis de sus suplementos diarios (vitaminas, minerales, aminoácidos, etc.).
- 7:00 a.m.: Desayuno al estilo Johnson: en lugar de café y panecillos, toma el batido "Green Giant", lleno de antioxidantes y nutrientes (véase más arriba); esta bebida es su sustituto de la cafeína y está pensada para dar energía al cuerpo y a la mente. Bryan también ingiere una docena de pastillas que forman parte de sus suplementos matutinos (entre ellas vitamina D, K2, omega-3, zinc y polifenoles).
- 8:00-11:00: Horario de trabajo. Bryan Johnson trabaja a menudo desde casa en su proyecto Blueprint o asiste a reuniones (virtualmente para evitar el estrés de los desplazamientos). Se sienta en un escritorio ergonómico de pie para evitar estar sentado mucho tiempo y hace pausas regulares de 5 minutos cada hora (en las que estira las piernas y relaja los ojos).
- 11:00 a.m.: Hora de la comida más importante del día: súper puré de verduras con lentejas. Este es el "almuerzo" de Bryan y le proporciona una carga concentrada de nutrientes. Come despacio y se asegura de masticar bien (aunque gran parte es puré) para optimizar la digestión.
- 13:00: El pudin de frutos secos es su postre y la última caloría del día. Es el final de su ingesta de alimentos del día. Antes de las 14.00, Bryan Johnson ya ha consumido todas las calorías previstas para 24 horas.
- 14:00-17:00: Más trabajo y tiempo libre. Por la tarde, de vez en cuando tiene citas con el médico, pruebas de laboratorio o tratamientos de fisioterapia. También aprovecha estas horas para formarse (estudiar nuevas publicaciones científicas) y relajarse (paseos ligeros, aplicación de crema solar y una siesta si es necesario, ya que es importante descansar lo suficiente).
- 17:30: Inicio de la rutina nocturna. Bryan atenúa las luces de la casa para ajustar su biorritmo a la noche. Los aparatos electrónicos se apagan o se ponen en modo nocturno para reducir la luz azul que le despierta.
- 20:30: Se va a la cama. Puede hacer algunos ejercicios de estiramiento o leer algunas páginas con las luces tenues antes de acostarse. Gracias a su ritmo de sueño fijo, Bryan ya está cansado a esta hora. Duerme en una habitación fresca y completamente a oscuras con un dispositivo que registra la calidad de su sueño y sus constantes vitales durante toda la noche. Así termina el día, y a las 5 de la mañana el ciclo vuelve a empezar.
El estado de la investigación sobre el envejecimiento
El programa de Johnson se basa en muchos descubrimientos de la aún joven ciencia de la longevidad. Un concepto central son los llamados "Hallmarks of Aging ", nueve características biológicas del envejecimiento que se definieron en 2013【9】. Las más importantes son:
- Inestabilidad genómica: a medida que envejecemos, se acumulan daños en nuestro material genético (ADN) -por ejemplo, debido a procesos oxidativos-. Un ADN defectuoso puede provocar cáncer y pérdida de la función celular.
- Acortamiento de los telómeros: los extremos de los cromosomas (telómeros) se acortan con cada división celular. Una vez agotados, las células ya no pueden dividirse, lo que limita su vida útil.
- Cambios epigenéticos: Los "interruptores" de nuestros genes cambian con los años (por ejemplo, la metilación). Como resultado, genes que en realidad son vitales se desactivan o activan, lo que puede perjudicar la función celular.
- Pérdida de la homeostasis proteica: las proteínas mal plegadas o defectuosas se acumulan en las células viejas porque los sistemas de reciclaje propios de la célula (como la autofagia) funcionan con menos eficacia.
- Deterioro de las vías de señalización de nutrientes: los investigadores del envejecimiento han observado que vías de señalización como la insulina/IGF-1 o mTOR están hiperactivas en la vejez, presumiblemente como reacción a un exceso permanente de calorías y azúcar. Esto acelera los procesos de envejecimiento.
- Disfunción mitocondrial: las centrales energéticas de las células (mitocondrias) funcionan con menos eficacia en la vejez y producen más radicales libres nocivos. Como consecuencia, el suministro de energía y el metabolismo celular se resienten.
- Senescenciacelular: Con el tiempo, cada vez más células se jubilan (senescencia), dejan de dividirse y liberan sustancias proinflamatorias. Estas "células zombis" aceleran los signos de envejecimiento en los tejidos.
- Agotamiento de las células madre: Las reservas de células capaces de regenerarse disminuyen. Como consecuencia, el organismo es menos capaz de compensar daños y pérdidas (por ejemplo, en la sangre o el sistema inmunitario).
- Alteración de la comunicación celular: debido al envejecimiento, la comunicación entre las células se desequilibra; en concreto, se produce una inflamación crónica de bajo grado ("inflammaging") que daña los órganos.
Algunas intervenciones ya están mostrando efectos notables en experimentos de laboratorio. Ya hemos visto que la restricción calórica (es decir, comer menos) puede alargar la vida en muchos organismos. Ciertos fármacos también aportan pruebas de auténtica "geroprotección": en estudios, el principio activo rapamicina, originalmente un inmunosupresor, prolongó la vida útil de ratones en torno a un 10-15%, incluso si el tratamiento no comenzó hasta avanzada la vida del ratón【10】. La rapamicina inhibe la vía de señalización mTOR, considerada un interruptor central del metabolismo celular y que se vuelve hiperactiva cuando hay un exceso de alimentos. Otro fármaco prometedor es la metformina, un medicamento para la diabetes: en análisis retrospectivos, los diabéticos de tipo 2 en tratamiento con metformina vivieron más tiempo en algunos casos que los no diabéticos【11】. (actualmente está en marcha el estudio TAME, que investiga si la metformina puede retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad). Los científicos también están trabajando en terapias senolíticas - en las que se detectan y eliminan las llamadas células senescentes en el organismo con la esperanza de que esto "rejuvenezca" el tejido. En los primeros experimentos con ratones, la eliminación de las células viejas consiguió ralentizar el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad y permitió a los animales envejecer de forma más saludable. Sin embargo, todavía no existe ningún "fármaco antienvejecimiento" autorizado para el ser humano: todo está aún en fase de prueba.
De hecho, un autoexperimento externo realizado por un periodista mostró resultados impresionantes: En sólo 4 semanas con el programa de Johnson, perdió unos 9 kg y su reloj biológico retrocedió unos 3 años【15】. Sin embargo, esto también le costó unos 300 € al mes: la longevidad tiene su precio (al menos en este caso extremo).
Por otro lado, ya hay datos claros a favor de los factores clásicos del estilo de vida. Un exhaustivo estudio de Harvard demostró que las mujeres y los hombres que seguían cinco sencillas reglas de salud -no fumar, mantener un peso normal, comer sano, hacer ejercicio con regularidad y beber alcohol con moderación- ganaban una media de 12-14 años adicionales de vida【10】. Curiosamente, las regiones con la población más longeva del mundo ("zonas azules", como Okinawa en Japón o Cerdeña en Italia) no se caracterizan por la alta tecnología, sino por un estilo de vida natural: mucha verdura, alimentación moderada, ejercicio diario constante, estrecho contacto social y poco estrés. Estos sencillos factores parecen hacer más por la longevidad que muchas pastillas. Sin embargo, lo que la investigación sobre el envejecimiento quiere conseguir es ir más allá de estos aspectos básicos y añadir aún más años de buena salud. Por eso, grandes iniciativas (financiadas en parte por multimillonarios de la tecnología como Jeff Bezos y Peter Thiel) se centran en el desarrollo de terapias antienvejecimiento. Por ejemplo, se está investigando si la ingeniería genética o la reprogramación celular pueden utilizarse para devolver a las células envejecidas un estado más joven. Los primeros experimentos con ratones, en los que se reajustó la edad biológica de las células mediante una activación génica especial, permiten albergar esperanzas, pero aún queda mucho camino por recorrer antes de que puedan aplicarse a los seres humanos. En cierto modo, Bryan Johnson es un pionero que ya está intentando aprovechar al máximo el potencial de los recursos disponibles.
Crítica: ¿Hasta qué punto es útil y factible "No te mueras"?
Por fascinante que sea el experimento de Bryan, también provoca escepticismo. Muchos médicos dudan de que rutinas extremas como la suya sean necesarias. El biogerontólogo británico Andrew Steele, por ejemplo, subraya que, a pesar de todos los avances, no existe ninguna píldora milagrosa contra el envejecimiento, aparte de las medidas clásicas de dieta y ejercicio. Bryan Johnson tampoco ha encontrado (todavía) un elixir para la eterna juventud, sino que utiliza principios de salud bien conocidos de forma muy coherente.
Los críticos también cuestionan la calidad de vida. Según el filósofo Bernard Williams, la inmortalidad podría ser incluso indeseable, ya que una vida sin fin conduciría al aburrimiento y a la pérdida de sentido. Uno corre el riesgo de perderse la vida en el aquí y ahora por miedo a la muerte. En el caso de Johnson, llama la atención el empeño que pone en sacar partido de cada pequeña ventaja: la constante automedición también puede significar estrés y disminuir la alegría del momento. No en vano, el teólogo católico Hans Milch advertía del peligro de elevar el propio cuerpo a la categoría de "deidad" y centrarse únicamente en prolongar la vida terrenal【1】.
Además, el estilo de vida de Johnson no es ni práctico ni económicamente viable para el 99,99% de la gente. Él emplea a un equipo de 30 expertos, puede dedicarse a su salud e invierte enormes sumas de dinero. Para los simples mortales, un programa así sigue siendo una ilusión. Sin embargo, su éxito también puede servir de inspiración para prestar más atención a la propia salud, sin llegar a los extremos. En última instancia, cada cual tiene que decidir por sí mismo qué equilibrio entre alargar la vida y disfrutar de ella quiere alcanzar. Johnson se considera un pionero, pero admite que está sacrificando algunos de los placeres de la vida cotidiana para lograr su objetivo. Es justo preguntarse si a veces menos es más.
Conclusión
Bryan Johnson polariza las opiniones. Algunos lo consideran un pionero visionario, otros un excéntrico obsesivo. Lo que es indiscutible es que su experimento aporta valiosas ideas sobre cómo influye el estilo de vida en la salud. Nos demuestra que el envejecimiento no es un destino fijo, sino que puede modificarse, al menos hasta cierto punto. Por supuesto, nadie puede escapar por completo al paso del tiempo. Pero el credo de Johnson "No te mueras" nos recuerda cuánto potencial tiene la salud preventiva.
Para usted, esto significa que incluso sin una cura extrema de biohacking, puede empezar hoy mismo a ralentizar su "reloj interno del envejecimiento". Cada paseo, cada ración de verdura, cada noche de sueño reparador es una inversión en tu futuro. Lo importante es que elijas un camino que se adapte a tu vida y te proporcione alegría, así mantendrás la motivación. Así que inspírate en Bryan Johnson, pero pon en práctica las ideas con sentido de la proporción. Empieza con un pequeño autoexperimento: por ejemplo, acuéstate a las 10 de la noche todos los días durante 30 días, o no comas azúcar industrial durante un mes, o medita todas las mañanas. Observa cómo te sientes. Tu propio "plan" no tiene por qué ser rígido para funcionar.
El camino hacia una mejor salud y longevidad no es un sprint, sino un maratón. Bryan Johnson muestra una versión extrema de esto: puedes elegir las mejores secciones e integrarlas en tu vida diaria. Empieza hoy, a tu propio ritmo. Porque al final, el mensaje de Johnson es correcto: se trata de vivir conscientemente antes de que se acabe el tiempo. Teniendo esto en cuenta, el mejor momento para invertir en tu salud es ahora mismo: tu yo futuro te lo agradecerá.
Fuentes
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